lunes, 11 de noviembre de 2013

primavera, y otros ruegos.

Perdóname por este camino  de girasoles secos. Perdónanos por seguir pisando y machacando esta ristra de hojas y flores amarillentas, y otros tantos besos podridos. Perdónanos por cada abrazo frío e inservible. Mi vida, perdónanos no haber hecho eterna la primavera.

Intentemos pues volver a alargar cada día las horas de sol, izarlo cada mañana como si nuestra bandera se tratase. Que el viento meza nuestros promesas y susurros, haciéndolos eternos. Hagamos resurgir la magia de cada rincón triste y sombrío, tornemos nuestras risas: libres y grandes. Que tu sonrisa siga siendo el pulmón de esta locura. Joder, sigamos en enloqueciendo. Como aquella fría noche,  que tú me llevaste a terminar zambulléndome en la piscina contigo. Porque me llevabas a hacer todo lo que algún día pude tachar de incapaz; no existían los imposibles, ¿recuerdas?

Ahoguemos esta comodidad exigida e inerte. Huyamos de las camas hechas, de los silencios como condenas, de las palabras que se quedan en la garganta. Envenenemos al tiempo con lujuria y picardía, que acabe con las agujas. Matemos de un polvo el miedo a rompernos.

Luchemos por este nuestro reino. Seamos titanes desnudos que viven para sostener un mundo, que es el suyo. Creemos nuestras propias leyes y encrucijadas. Creemos nuestro paisaje con mesita para dos, y cama compartida. Volvámonos caníbales de los sueños que cubren la piel de nuestros sexos, de los lunares que recubren nuestra piel. Volvámonos egoístas y proclamemos como único esta maravilla.

Intento decirte, que no me cansaré de esperar a que venga el olvido. Rogando cada momento que no venga a por nosotros. Mi vida, hagamos de esto una primavera eterna, mientras tanto.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

cuando los domingos eran nuestros.

Cuando los domingos dejaron de ser un aborto de melancolía y aburrimiento, de degradados de grises, se tornaron luminosos y victoriosos. Fueron días brillantes, azules y a veces ventosos. Ahora, me pregunto si se habrán perdido por el camino; como cuando creo que el correo nunca llegará a este rinconcito perdido del mundo. Pero finalmente, el correo siempre llega.

Y aún no sé si esos domingos brillantes, azules y a veces ventosos, llegarán.

lunes, 29 de abril de 2013

domingos agridulces.


Hoy estoy tan triste que tengo el valor de escribir. La lluvia, los edificios en los charcos, los paragüas rotos, también me animan a ello.

 

 
Hace algún tiempo que me di cuenta que el alcohol saca la parte más triste de nosotros, haciéndonos llorar como perras. Nos quejamos de ausencias y anhelamos otros tiempos, otras vidas, otro cielos. Verla desmoronarse con la cabeza alta, la ironía en la punta de la lengua y gin tonic en mano, supongo que confirma mi teoría.  

Agonizaba por las soledades acompañadas y esa libertad encarcelada. Jurando que su quimera eran los amores efímeros, la desnudez en una playa, la despreocupación de un indígena. Creo que en ese momento puso boca a lo que todos pensamos y callamos, soñamos y no obtenemos. Estaba tan segura de los cimientos de su castillo en ruinas que cualquiera diría que estuviese a punto de derribo. Aguantando a la tormenta con los pies en el suelo y con dos ovarios. 

Quizás pretendo saldar mi deuda de años, diciéndole desde esta cueva, que ya es libre, desde hace mucho y que la admiro por ello. Porque son muchas las veces las que alzó la voz y abrió de par en par la sonrisa para callar al mundo.

 Al terminar de confesar que ese cuerpecito con grandes pechos no tenía dueño, dejó su gin tonic y salió por la puerta enciéndose un cigarrillo. Cómo decirle que ya sabíamos que siempre tuvo un billete de ida en el bolsillo hacia paradero desconocido.

lunes, 4 de marzo de 2013

Esta noche de desvelo venía a soltar tantas cosas por esta boquita, pero he visto la pantalla en blanco y las palabras se han esfumado. Otro día será. Otra noche.

viernes, 26 de octubre de 2012

benditos despertares.

                                                                                                  
It is more than I thought could exist
You move through the room
Like breathing was easy

'Angels', the xx


Esta manía, tan tuya, de venir en las mañanas a la hora en la que los rayos de sol se empiezan a colar por la persiana. Esta jodida manía de querer hacerme creer que eres tú quién sale y se pone cada día en mi habitación. Esta puta manía de creerte luz entre tanta niebla, entre tantas sábanas revueltas y ropa por los suelos. Me gusta creer que en ocasiones te recrimino ante tanta osadía, que te quito esa sonrisa de un plumazo, para que no te convenzas de que no soy tuya más de lo que soy del viento.

Después vienes robándome abrazos y besos en plena calle, entre el tráfico, entre el ensordecedor ruido de bocinas, claxons y hormigoneras; ¿en serio puedo negarme?. Te aferras a mi cintura cómo si fuese un juguete nuevo el día de Navidad y me preguntas inocentemente que si puedes unirme todos los lunares. A continuación, habrás hecho unas cuantas piruetas para acabar acariciándome la espalda mientras me susurras al oído cosas que suenan a futuro.

A estas alturas, he dejado de mirar por el retrovisor para mirar el color del cielo de esta locura. He pasado a arrastrarme como si fuera una oruga para espiarte mientras duermes, para pedirte un beso,  para hacer que tropieces y caigas en mi cama, para revolcarme en tu ropa y oler un poco más a ti.

No sé el día que empezó el futuro, pero créeme cuando te digo que no me importa lo más mínimo. Ahora, estoy ocupada en matar el tiempo viviendo.


miércoles, 11 de julio de 2012

voy a hacer del caos un ARTE.

No sé qué cojones estoy haciendo, pero estoy llorando. Estoy admitida en Historia del Arte, y creo que hasta hace dos minutos estaba dudando en qué hacer. Puede que sea Sabina, que me vaya a venir la regla, el vértigo que me ha venido por un instante por el deseo de independencia o que Ce me haya dicho una cosa tan sencilla como: 'esto estaba hecho para ti'. El aire que entra por la ventana no es suficiente, las ganas de exprimir al máximo este verano, por recorrer cualquier camino que lleve donde quiero estar.

Será que llevo toda la vida siendo una mediocre, que llevo toda una vida viviendo de rentas, que ahora quiero convertirme en una obra de arte. Me apetece reírme de todos aquellos que no apostaron un duro por mí-a veces con razón-, reírme de todos aquellos imbéciles que trabajan para sobrevivir y no para vivir. También quiero darle las gracias a todas aquellas personas, a todos aquellos profesores, que me han enseñado más de la vida que un maldito libro de texto valorizado en cincuenta euros, que me han hecho emocionarme, que me han mostrado el mundo dentro (¡Y FUERA!) de las cuatro paredes de un aula de una escuela pública. Gracias por hacerme crecer como persona, por hacerme ser quien soy. 

Me siento una gilipollas, pero me alegro de estar sola en casa y que mi madre no me vea llorar como una puta cría.


jueves, 7 de junio de 2012

¿de dónde sale esta luz?



"se dio cuenta de que la vuelta era realmente la ida en más de un sentido"
Rayuela, Cortázar

Despertarme a oscuras, vislumbrar con dificultad tu silueta bajo la sábana, tu brazo izquierdo rodeándome la cintura. Y todo está bien sin pensar en las válvulas de escape, a no ser que éstas tengan tu nombre y tus labios, tu carne. Pensar que todas estas vueltas sin sentido han merecido un poco la pena si hemos terminado en estas cuatro paredes. Es ahora, cuando se me hace inmensamente extraño escribir sin hablar de lo pretérito, sin que sea el vacío lo que me traiga aquí. Pero que quede claro: no te echo de menos. La ilusión se ha hecho más que mi compañera de viaje y este amor no es ya quimera.

Tú, eres la mejor decisión que he tomado este año. Dejar que me salves de lo que era esa balsa de incertidumbre, de confusión. Como si mi cuerpo fuera un búnker y tú hayas venido a mimarlo con cañonazos y lametones. Cómo no querer darme cuenta de que llevaba demasiado tiempo hecho pentagramas esperándote.